El cliente es uno de los mayores productores de carne de conejo de Europa y cuenta con más de 40 granjas cunícolas de 4 silos cada una. Los silos están cerrados herméticamente, por lo que golpear el contenedor desde el exterior es, hasta ahora, el único recurso que existe para estimar si es necesario llenarlo.
Esta aplicación permite a cualquier industria calcular la capacidad de un recipiente cerrado. Eso incluye no solo el silo, sino también muchas otras posibilidades en el sector primario. Podría usarse para medir el volumen de un tanque de leche. En otros ámbitos, los usos pueden ser muy diversos, como por ejemplo detectar la presencia de personas en cualquier espacio de trabajo.
En el interior del silo se coloca un dispositivo que, a través de un láser, detecta si hay pienso ya qué altura está. Varios motores le permiten girar en todas las direcciones necesarias para realizar un barrido completo. De esta forma toma las medidas y las envía a un sistema web, donde son procesadas. Cada tipo de pienso tiene una densidad diferente, por lo que en función del volumen el sistema puede calcular con mucha precisión cuántos kilos quedan. El dispositivo se instala en cada silo de forma independiente, ya que puede ser alimentado por baterías, con paneles solares o conectado directamente a la red eléctrica para evitar problemas de mantenimiento. La señal que envía es inalámbrica, se puede transmitir por Wi-Fi o por 4G, y se puede programar tantas veces como se desee, cada segundo o una vez al día si los responsables de la explotación deciden que ya no es necesario.
