Los servicios en la nube o cloud han avanzado de forma imparable desde la llegada de Internet a nuestras vidas. Hoy en día, solo los negocios dispuestos a adaptarse a ese cambio conseguirán mantener la competitividad en máximos. El futuro de la agricultura en la nube tiene un respaldo cada vez mayor gracias a la polivalencia y funcionalidad de las soluciones cloud. Además, gracias a la pandemia provocada por el COVID 19 se ha acelerado la implementación de esta tecnología de otras tecnologías disruptivas.
Concretamente, el término cloud como cloud computing son conceptos que se utilizan para describir la capacidad de almacenar y acceder a la información en Internet, generalmente a través de servicios de terceros. Estos servicios suelen prestarlos plataformas como Google, aplicaciones de facturación, CRM, etc.
En Castilla y León, el sector primario, agricultura y ganadería, suponen el 9,2% de la economía de la región. Siendo está, la cuarta comunidad autónoma en la que el campo representa un gran peso para la economía española. Este sector es el más resistente en la comunidad debido a la amplia superficie cultivable, pero debido a la despoblación que sufre la región, cada vez son menos las personas que quieren dedicarse a trabajar en el campo.
Sin embargo, con la implementación de tecnologías disruptivas como la cloud pueden facilitar el desempeño de dichas labores del sector primario. Según esta noticia, con la implementación de dicha herramienta digital, el agricultor se podrá beneficiar del recogimiento de datos para una mejor toma de decisiones, lo que conllevaría a realizar un trabajo más eficaz en menos tiempo.
Por lo tanto, con la tecnología cloud, el agricultor puede vasar sus decisiones en el recogimiento de datos para conseguir el resultado más beneficioso para su negocio. Además, con la combinación de otras tecnologías disruptivas como el 5G o el blockchain puede multiplicar su eficiencia, como, por ejemplo, basándose en la obtención de los datos recogidos para la activación de un sistema de riego inteligente y proporcionar agua a sus cultivos cuando sea preciso. De este modo, se ganaría en eficiencia, en ahorro de agua y de costes y se disminuiría el riesgo de perdidas.